Fragmentos de la entrepierna
Avanzamos hasta el fondo del mar
recorriendo el camino
con el agua al cuello sin dar
nuestro brazo a torcer
remando con peligrosa sinceridad.
Rompe con tu voz las cadenas
al caer un nuevo día
y a sangre fría diles adiós
si no son estrictamente necesarios
mi piel y los sueños.
Rasga tus golpes con deseo
en este muro incandescente
pasajero es el dolor de mis sentimientos
colgados al viento
exprime el jugo de mi ingenuidad.
No hay nadie que mienta tan cruel
como lo haces tú
libros de personas enjauladas
en el museo de serpientes
disfrazando tu esencia de vulgaridad.
Sólo,
soy esclavo
de tu sexo y
tu canción.