Déjame el tiempo

Que no se acostumbren mis dudas
a volar sobre esta nube
secándose sobre este alambre
de tinta china azul
solo necesita tiempo
este llanto para que estalle.

Que no se callen mis ojeras
oxidadas de olvidarte
a fuerza de pisar las piedras
que decoran tu calle en el horizonte
mis manos aferradas a este mar
que lleva dirección al norte.

Que no se quemen las estrellas
para poder dibujar los poemas
que algún día alguien espero de mí
mientras grito al aire para recuperar la vida
que dejé olvidada en tu respiración.

Que no se olvide nunca la saliba
que resucitaba nuestras dudas a la hora
del brillo de tu mirada que saciaba
la necesidad de volar sobre las olas
pero no sé si nunca tuve
un cielo donde no pasaban las horas...

Déjame que ahora tu boca
se convierta en experta,
déjame que ahora se mojan
mis ojos entre despojos,
déjame que ahora toca
que sangre de veras
déjame que ahora me devoran
los sueños que se han roto
recubiertos de humedades.