Noche
Un tumulto de días
se agolpan sobre mi mente
esta noche,
y te echo de menos.
Todas las esquinas
de esta ciudad inquieta
llevan tu nombre
y tu recuerdo.
Y la odio por ello...
Pero la realidad es
que ojalá el viento
pudiese deshacerte,
convertirte en sueño.
La verdadera desgracia
es mirarte a los ojos
y no verme,
que mi única pena
sea quererte.
Se termina la alegría
como se termina el amor,
sin saberlo,
pidiendo perdón por nada
por existir,
por sentirse útil para lo inútil,
por imaginar
que vas a ser tú
la que cruza el pasillo,
la que se desnuda
antes de entrar en mi cama
para pedirme que exista contigo.
Deberían de cerrar las noches
donde no acepto las mentiras.
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