En otra hora del día
En el mismo recorrido de las olas,
impacientes y ruidosas,
nada mi boca rota en los cementerios
y en las guaridas de piel de cobre.
Resucito después de este anochecer
cabizbajo de ansiedad
roto de no pensar en nada.
Y otra vez al mirarme en esta pantalla,
no tengo ganas de nada.
2 Comments:
y yo de esa nada...y de otras muchas cosas :) me ha gustado mucho éste último.resume muy bien un estado de animo.
ansiedad?muchamucha.
A mí me recuerda a Quique.
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